Wednesday, August 7, 2019

REGLAS PARA ANDAR EN BICI EN BUENOS AIRES


Ante todo aclarar que estas reglas son mis reglas, no sé si hay reglas u ordenanzas oficiales ni cuáles son, igual no importa porque las únicas reglas que yo sigo son mis propias reglas. Ordeno mi conducta según lo que yo considero más apropiado, para mí y para todos los demás… es decir, lo más eficiente, lo que a la vez que me facilita la vida colabora a que todo funcione mejor, más aceitado, con menos esfuerzo, con menos daño, mi interés fundamental es el bien común.

1)   POR DONDE ANDA LA BICI
         La bicicleta es la paria de la ciudad: no tiene un camino propio (las bicisendas no llegan a constituirlo porque no hay suficientes) y en todas partes es rechazada, por eso es que la bici va por todos lados, la bici va por donde puede… y está bien.
a.    La Bicisenda: Si hay bicisenda obviamente vamos por ahí, nos encanta la bicisenda, a pesar de que son todas distintas (algunas son uniformes pero inclinadas, otras no son uniformes: el carril del lado de la calle está ok, el carril del lado de la vereda está partido al medio: mitad asfalto mitad empedrado en declive hacia el cordón … es peligrosísimo!), a pesar de que  está taponada por containers, cola de autos estacionados de punta, a pesar de los baches y promontorios de cemento. Consideramos que por la bicisendas sólo deben andar las bicis, que las motos se metan es una falta de respeto y una prepotencia motorizada (aunque no nos molesta cuando la moto se adelanta por el carril del metrobus cuando no se ve ningún susodicho bus en 5 leguas a la redonda, eso nos parece práctico y … si lo piensan bien… no joden a nadie, salen del camino de los coches…), siempre se debe contemplar la relación de fuerza y la moto mete miedo. Tampoco deben andar las sillas de ruedas, porque van a mucha menos velocidad y ralentan y bloquean… los roller pueden ir si son duchos y se la bancan, principiantes abstenerse… los corredores de a pie no deben ir por la bicisenda: otra velocidad (lo siento, pero no es lógico… además cualquiera sabe que lo mejor es correr por tierra: el golpeteo del asfalto en los talones te termina haciendo mierda la columna y si aún no lo sabés… sabelo!) los peatones que se paran en la bicisenda papando moscas mirando a ver si viene un taxi o lo que sea no tienen perdón.
b.    La Calle: a veces la bicisenda no nos lleva adonde queremos ir, así que tenemos que ir por la calle. Vamos por todas las calles QUE NO SEAN EMPEDRADAS (el empedrado es insoportable, ya se darán cuenta porqué). Cuando vamos por la calle podemos ir igual de rápido que en la bicisenda, pero con mucho más cuidado: hay muchas amenazas. No vamos por el medio, vamos por alguno de los bordes… supuestamente como medio de transporte más lento deberíamos ir por la derecha, pero esto no es aplicable en todas las circunstancias. Para empezar, el lado derecho es donde hay más autos estacionados y el asiento del conductor da hacia la calle: hay altas probabilidades de que algún boludo abra la puerta para bajar sin mirar por el espejito retrovisor y nos estrellemos contra ella y nos quedemos paralíticas como la mina esa de la película, (Escrito en el Agua?) que después se volvió alcohólica… no queremos eso así que miramos de reojo si adentro del auto hay alguien y bajamos la velocidad y nos alejamos un poquito sacando la manita izquierda para avisarle al camión que viene por atrás… o a la otra bici que nos está queriendo rebasar… no es fácil, es complicado. Además a veces nos toca girar a la izquierda, en cuyo caso es recomendable ir pasándose en algún momento que la calle esté despejada, unas cuadras antes, porque sino es imposible hacerlo. He encontrado que el lado izquierdo es más amable, uno pensaría que no, porque supuestamente es la vía rápida y que los autos pasan a otros por la izquierda… sabemos que no es así: los autos hacen todo mal (no se acostumbran a dejar los bordes libres para nosotros, aunque sólo haya la posibilidad de un carril no se alinean en línea recta al quedar parados frente a un semáforo por ejemplo, van parando en una formación en zigzag, porque todos quieren pispear lo que hay más adelante, y de esa manera nos taponan el paso y nos obligan a nosotros a zigzaguear, como hacen las motos a las que putean por eso… y no saben lo que a nosotros nos cuesta, energéticamente hablando, las frenadas, las curvas… lo que hay que aguantar!). He conocido a algunos ciclistas que van a contramano a propósito, porque les da miedo el tránsito viniendo por atrás y queriendo llevárselos puestos, entonces prefieren ver los autos que vienen hacia ellos, se sienten más en control… en lo personal no coincido y no lo practico: me parece una distorsión muy desconcertante de las reglas de tránsito y un tipo así de desconcierto puede generar reacciones imprevisibles y ser causa de accidente… a lo sumo habré hecho alguna vez un tramo de 2 metros a contramano hasta encontrar una subida a la vereda.
c.    La Vereda: la bici va por la vereda, cómo que no. Claro que va por la vereda, toda la vida anduvo por la vereda, desde chiquita. Si los niños, que no tienen tanto criterio, que no pueden votar, ni casarse, ni tener propiedades, van por la vereda, cómo un adulto no va a poder? Y no me vengan con que los niños no pueden ir tan rápido porque yo a los 10 años hacía rondó y fliflá en la viga de equilibrio con mortal de salida y ahora sólo puedo soñar con ello. La bicicleta, EN EL ÚLTIMO DE LOS CASOS, sube a la vereda… y una no se baja de la bici y la lleva caminando porque eso es demoledor… si cada vez que una se tiene que subir a la vereda se tiene que bajar de la bici es un gasto de energía muy desalentador para el uso de la bicicleta como medio de transporte. La idea con la bici es no zarparse con la velocidad, no hacerse el loco, pero parar lo menos posible… la onda de la bici es la onda “crucero”… “flowing and flowing”. Ningún ciclista se sube a la vereda de gusto: la vereda es el peor lugar para andar: son todas distintas, con desniveles entre unas y otras muchas veces, están casi todas hechas mierda, llenas de baches o raíces (si quieres conocer la sombra de un árbol deberás soportar sus raíces… así que de eso no me quejo); pero a veces no queda otra porque la primera calle que quisiste doblar era contramano y la segunda empedrada y bueno… habrá que hacer una cuadra por la vereda… y cuestiones así que tienen que ver con los recorridos que sería cuestión de analizarlos más específicamente en otra oportunidad. El hecho es que la bici se sube a la vereda, andando, pero por supuesto BAJANDO MUCHO LA VELOCIDAD... llevándola casi a la del peatón. Se intenta además no ir pegado a las casas (lo que no siempre es posible, por los baches, las raíces, las motos estacionadas en las veredas, los peatones, que deberían caminar lejos de la calle pero no…) de manera de no llevarse puesto a algún niño pequeño que salga corriendo sorpresivamente por una puerta… o a un perro que haga lo mismo porque el salame del dueño lo saca sin correa. Ustedes dirán “qué considerada”… un poco sí… pero es autopreservación: caerse de la bici no es nada gracioso. Hay algunas veredas, muy transitadas, en zonas comerciales, con muchos locales y muchas vidrieras, donde no queda otra que bajarse de la bici y llevarla caminando: a veces hay que rendirse al imperio del peatón... que es el peor vehículo que existe, porque no tiene conciencia que es parte del tránsito, se cree que la vida es un parque y que somos todos hippies y que andar en zigzag y voltear imprevistamente, cambiando la dirección porqué cambié de opinión es buena idea, en una ciudad superpoblada y hacinada… en fin: “don’t get me started” con el peatón (sáquense los auriculares! Estás conduciendo tu propio cuerpo! Si querés aislarte tomate un taxi, un tren, un bondi, ponete en manos de otro!!!!!!)

2)    LA BICI Y LOS SEMÁFOROS
         Este es el punto más controversial, y seguramente lloverán cataratas de críticas… pero me la banco y aquí voy: Mi estrategia con los semáforos es la siguiente: cuando a lo lejos y adelante veo un semáforo en rojo dejo de pedalear y me dejo llevar, la bici va frenando, pedaleo apenas para mantener el equilibrio… en el 80% de los casos cuando llego a la bocacalle el semáforo cambia y puedo seguir pedaleando, saliendo primera adelante de todos los autos que frenaron, lo cual es más seguro porque es preferible que ellos me pasen a mí que yo tenga que encontrar mi camino entre el lugar que me dejan ellos (que es nulo porque, como ya dijimos antes, no les importamos, y les molestamos: no nos quieren ahí). Cuando el semáforo no cambia bajo la velocidad casi al mínimo y si veo peatones que están cruzando… cruzo con ellos. Sí, así como leen: cruzo semáforos en rojo… porque la idea es no parar: parar y volver a arrancar tiene un alto costo energético y SOMOS TRACCIÓN A SANGRE tratando de cubrir distancias que no haríamos caminando. Sólo voy a aceptar que me pongan multas el día que se las pongan a todos los peatones que lo hacen… y honestamente, peatones, a ustedes les hablo: cuando se paran en una esquina, y no es avenida, y el semáforo está en rojo pero no viene nadie… acaso no cruzan? … no? … daaaaleeeee… y ojo, no está mal, obviamente es asumiendo tu propio riesgo y si te pisan jodete el seguro no te lo paga… pero, con sensatez y sentido común… es aceptable… y en el caso de la bici, es necesario… porque para el que viene caminando, parar y arrancar no es tan jodido, cada paso es una decisión que se puede tomar o no… la bici RUEDA… pero sigue siendo tracción a sangre… por eso: pasamos algunos semáforos en rojo. Esto no aplica para las bicis con motor… si tenés motor por más chiquito que sea ya no sos tracción a sangre, funcionás a la potencia del combustible fósil… jodete y bancate el semáforo… y sin protestar porque pasamos nosotros!

3)   LA BICI Y EL ESTACIONAMIENTO
         Lo ideal sería que la ciudad fuera amigable y hubiera fierros en todas las cuadras para atar la bici y que quede paradita… pero no… dependemos de la buena onda de algunos locales y sólo la podés poner ahí si vas a ese local… así que hay que usar postes de luz, árboles finitos, cualquier cosa. LA BICI SE DEJA ATADA, obviamente, SIEMPRE, por default y con dos mecanismos distintos (que requieran herramientas distintas para violarlos): una cadena agarrando el poste, la rueda de adelante y el cuerpo y una “U” de metal agarrando la rueda de atrás con el cuerpo. Esto para dejarla unos pocos minutos mientras se entra a un local, si va a estar más tiempo es recomendable dejarla en un estacionamiento, también atada. Salvo que desde la mesa del café la veas… ATADA… SIEMPRE.
4)  LA BICI Y SUS ACCESORIOS
       Son inseparables, pero los tenés que cargar con vos cuando la dejás atada y te vas a hacer algo, sino te roban todo.
a.    El Casco: No andes sin casco… por tu propio bien… salvo que vayas a la vuelta y por la vereda… y ni así porque después se te ocurre ir a otro lado… me lo digo a mí misma, detesto el casco: me despeina!
b.    Las Luces: Obligadas por las noches, blanca adelante, roja atrás, titilantes… no uses pilas! Usá las que se cargan con USB. Carterita especial para llevar luces siempre en la mochila
c.    Chal y Guantes: No hace falta que haga mucho frío para una sienta la necesidad de protegerse las manos y el cuello al andar en bici, es donde más se siente… podés ir navegando entre bufanda de lana de oveja a pañuelo de seda o guantes de conducir a manoplas tejidas gruesas… vos fijate.
d.    Inflador: No lleves… el chiquito que se coloca en la bici igual es molesto para cargarlo encima cuando te bajás y se mueve al inflar y te rompe la unión de la cámara con la válvula… el de pie es imposible llevarlo, tenelo en casa. Asegurate de inflar las ruedas una vez por semana y tenerlas siempre listas… SINO QUEDA OTRA inflás con la máquina en alguna bicicletería o estación de servicio pero OJO! Esa presión que no se puede sentir con las manos te puede reventar las cámaras, explotar las cubiertas… mucho cuidado.

Como conclusión final creo que todo ciclista alberga un corazón anarquista, un discernimiento afilado por la atención y la observación, una disciplina aguijoneada por el instinto de supervivencia y una capacidad de empatía que sólo tienen los espíritus libres y los que saben disfrutar de la vida.